Publicado en: 21/09/2021
El Día Nacional de la Lucha de la Persona con Discapacidad (PCD) se creó para honrar y promover los derechos de las personas que se enfrentan a diario, además de a barreras físicas, a barreras sociales debido a alguna necesidad especial.
La fecha pretende demostrar que la lucha por la promoción de la salud, por el respeto, la inclusión y la accesibilidad en la escena nacional todavía tiene un largo camino por recorrer. Más que nunca, es necesario evitar retrocesos y fomentar la creación y el mantenimiento de políticas de inclusión y leyes antidiscriminatorias, y garantizar que se apliquen realmente.
Según la Encuesta Nacional de Salud (PNS) de 2019, publicada recientemente por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), Brasil cuenta con 17,3 millones de personas con discapacidad, lo que supone un total de aproximadamente el 8,4% de la población mayor de 2 años. La población de edad avanzada representa casi la mitad de esa cifra.
Son muchos los retos y obstáculos que siguen dificultando la vida de estas personas. Y la más reciente se refiere a un derecho básico: el derecho a la educación.
La encuesta del IBGE mostró una gran diferencia en el nivel de educación de las personas mayores de 18 años con discapacidades y el de las personas sin discapacidades: El 67,6% de las PCD no tiene estudios o no ha completado la educación primaria, frente al 30,9% de las personas sin discapacidad.
En 2019, solo el 16,6% de la población con discapacidad había completado la educación secundaria (o la educación superior incompleta), frente al 37,2% de las personas sin discapacidad. En relación con el nivel de educación superior, sólo el 5,0% de las personas con discapacidades lograron completarlo, frente al 17,0% de las demás personas.
Aunque este resultado puede verse afectado por el gran número de personas mayores en el grupo de PCD, la investigación señala que las dificultades de acceso a los centros educativos contribuyen a estas diferencias. También recuerda que el Plan Nacional de Educación, instituido en 2014, tiene como objetivo«universalizar, para la población de 4 a 17 años con discapacidad, independientemente de su tipo, el acceso a la educación básica y a la atención educativa especializada, preferentemente en la red educativa ordinaria.»
Cabe destacar que recientemente se instituyó por decreto una nueva Política Nacional de Educación Especial, que fue objeto de una audiencia pública en el Supremo Tribunal Federal. El decreto, según los expertos, puede aumentar la segregación de los alumnos con discapacidad al determinar que deben estudiar en instituciones específicas para ellos y no en escuelas regulares, como ha venido ocurriendo en los entornos de educación inclusiva.
Esto nos lleva a otro punto delicado para las PCD: ¿cómo hacer frente al capacitismo que una medida así puede reforzar?
El capacitismo (del inglés ableism) es el prejuicio social y la discriminación de las personas por su discapacidad. Refuerza los estereotipos y define a las PCD como inferiores, incapaces y que valen menos que otras personas debido a su dificultad.
Para evitar el Capacitismo, es importante fomentar y participar en acciones y debates sobre diversidad, accesibilidad e inclusión. Hay varios perfiles y canales en Internet que pueden ayudar a conocer los retos de las personas con discapacidad y a profundizar en el tema del empoderamiento y las luchas de las PCD.
Hemos destacado algunas formas sencillas de evitar las actitudes permisivas en tu vida diaria. Compruébalo.
Respetar el espacio personal y la forma de comunicación de la persona
Nunca hables en nombre de una persona con discapacidad. Además, no toques a la persona, ni su equipo de movilidad, sin su consentimiento. Preguntará si necesita ayuda.
Repensar el vocabulario
A menudo, sin darnos cuenta, podemos utilizar expresiones ofensivas o que refuerzan los prejuicios. Decir que alguien es «discapacitado», minusválido o inválido son algunas de las formas incorrectas de referirse a una persona con discapacidad. Hay muchas otras expresiones que también deben evitarse. Merece la pena hacer una búsqueda sobre ellos y entender las razones de esto.
Hablar de discapacidad con los niños y jóvenes
Los niños tienden a reproducir los prejuicios y juicios que escuchan de los adultos. Así que hable con los niños y jóvenes sobre la importancia de comprender y respetar las diferencias. De este modo, colaborarás en el desarrollo de personas más conscientes.
Además de procurar una educación igualitaria, sin discriminaciones, creando medidas legales y haciendo cumplir las existentes, para evitar los prejuicios y el Capacitismo, también sería función de los gobiernos y del Estado garantizar la accesibilidad y la movilidad de las personas con discapacidad. Sin embargo, este es otro ámbito de constantes reclamaciones por parte de las PCD.
Es importante destacar que las medidas para facilitar la accesibilidad y mejorar la movilidad urbana, así como el transporte público, podrían repercutir positivamente en las cifras de educación de las personas con discapacidad vistas anteriormente.
La encuesta del IBGE también señala que el 9,7% de las personas con discapacidad viven en zonas rurales, y el 8,2% en zonas urbanas. Independientemente de su lugar de residencia, casi todos ellos se enfrentan a los problemas y desafíos de la movilidad urbana, que también están en el camino de hacer de Brasil un país más inclusivo.
Aunque el concepto de acceso universal debería garantizar la accesibilidad al transporte público para todas las personas con discapacidad, las opciones de transporte público en Brasil no siempre respetan las normas, las buenas prácticas nacionales e internacionales, e invierten en iniciativas para facilitar la vida diaria de las personas con discapacidad
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